Paseos, agilidad en la natación, terapia con mascotas.... El labrador tiene una vida muy ocupada. Su versatilidad le da muchas posibilidades y su carácter es la clave de las misiones reales.
No sólo destaca como perro de compañía, sino que también sirve junto a los ciegos y discapacitados.
Lo bonito de estar en pareja
Lo esencial, tanto para el amo como para el perro, es compartir el tiempo de ocio. El agility es una actividad deportiva ideal para poner a prueba no sólo las capacidades físicas, sino también la complicidad que se establece entre el labrador y el hombre. Guiado por su dueño, que lo estimula continuamente, el perro debe superar los obstáculos lo más rápidamente posible. El agility es un invento inglés creado en 1978, basado en el modelo de las carreras de obstáculos en la equitación. Al igual que el caballo, el labrador que practica el agility debe mostrar una buena destreza en los saltos largos y altos, debe ser capaz de calcular las distancias y analizar las dificultades antes de superar el obstáculo, ya sea un túnel, un anillo, un eslalon o un basculante. Las normas son similares a las de los concursos hípicos. La caída de las barras conlleva sanciones, los errores en el recorrido o la negativa categórica a afrontar un obstáculo son motivo de descalificación. Entre las razas de perros, el labrador, por su morfología, no tiene una estructura especialmente adecuada para alcanzar los primeros puestos. Sin embargo, compensa sus no excelentes prestaciones en velocidad con su determinación y coraje. Hay otras actividades deportivas que permiten poner en práctica la obediencia. Para reforzar esta cualidad indispensable del perro, se hace hincapié en el juego y la competición. Los ejercicios recuerdan a los propuestos por los adiestradores de perros: marcha a pie, con o sin correa, envío hacia delante, órdenes a distancia.
Durante una prueba oficial, el ejercicio es evaluado por el juez que tendrá en cuenta la presentación del perro, pero también la calidad de la relación entre el propietario y el perro, es decir, el buen funcionamiento del binomio. Normalmente, el labrador, que asimila fácilmente los principios educativos, realiza con éxito este tipo de disciplina que, como el agility, viene del otro lado del Canal de la Mancha. Lo esencial, para el dueño y el perro, es compartir el tiempo libre. El agility es una actividad deportiva ideal para poner a prueba no sólo las capacidades físicas, sino también la complicidad que se establece entre el labrador y el hombre.Guiado por su dueño, que lo estimula constantemente, el perro debe superar los obstáculos lo más rápidamente posible. El agility es un invento inglés creado en 1978, basado en el modelo de las carreras de obstáculos en la equitación. Al igual que el caballo, el labrador que practica el agility debe mostrar una buena destreza en los saltos largos y altos, debe ser capaz de calcular las distancias y analizar las dificultades antes de superar el obstáculo, ya sea un túnel, un anillo, un eslalon o un basculante. Las normas son similares a las de los concursos hípicos. La caída de los barrotes implica sanciones, errores en el curso o rechazos
categórica para enfrentar un obstáculo son razones de descalificación. Entre las razas de perros, el Labrador, debido a su morfología, no está especialmente bien estructurado para alcanzar los primeros puestos. Sin embargo, compensa sus no excelentes prestaciones en velocidad con su determinación y coraje. Hay otras actividades deportivas que permiten poner en práctica la obediencia. Para reforzar esta cualidad indispensable del perro, se hace hincapié en el juego y la competición. Los ejercicios recuerdan a los propuestos por los adiestradores caninos: marcha a pie, con o sin correa, envío hacia delante, órdenes a distancia. Durante una prueba oficial, el ejercicio es evaluado por el juez que tendrá en cuenta la presentación del perro, pero también la calidad de la relación entre el propietario y el perro, es decir, el buen funcionamiento de la pareja. Normalmente, el labrador, que asimila fácilmente los principios educativos, realiza con éxito este tipo de disciplina que, como el agility, viene del otro lado del Canal.
Mantener la linea
¡No hay nada como la práctica regular de un deporte para evitar la redondez! En efecto, el labrador tiende a engordar algunos kilos, lo que se nota aún más si su pelaje es de color claro. Se trata de una realidad que no debe temer afrontar, dados los efectos negativos que la obesidad tiene en la vida de su perro. Por lo tanto, es mejor seguir conciliando el placer del deporte y la naturaleza con el cuidado del cuerpo. El labrador sólo se beneficiará.
Al servizio dell'uomo
Utilizzato per la ricerca di droga, di esplosivi oppure di tartufi, il labrador è impiegato su più fronti. L'attività che però gli è valsa la reputazione di cane dal cuore d'oro, è l'assistenza alle persone colpite da handicap. Viene infatti impiegato come cane da guida per non vedenti oppure con i disabili. E' il labrador, cane dall'intelligenza acuta, che apre la porta dell'ascensore, porta il telefono al suo padrone, gli fa attraversare la strada. Spesso infine, per il suo temperamento tranquillo e la sua calma, è di grande aiuto nelle case di riposo, negli ospedali, nei centri di riabilitazione per disabili, ecc...
Un bel programma per questo cane dall'energia inesauribile!
Sport e disciplina
L'obbedienza è inevitabilmente legata alle attività sportive. Il jogging in compagnia del proprio cane richiede una perfetta disciplina. Ci si mette in testa di correre senza interruzioni e il cane si ferma ad ogni angolo perchè sente l'odore di un topo o di una lepre, oppure fa la corte a qualche cagnolina.... tutto questo è inammissibile. Certo, bisognerà usare il guinzaglio se il cane è troppo distratto.
Il percorso di cross canino, i luoghi per le passeggiate sono molto apprezzati dai padroni, il labrador beneficia quindi allo stesso tempo dei vantaggi che offrono la natura e lo sport e della presen za del suo padrone. Quest'ultimo può anche coinvolgere il cane non a piedi ma sulle due ruote. Attaccato alla bicicletta grazie ad un sistema appositamente studiato (le zampe del cane non devono rimanere impigliate nei raggi) che si trova nei negozi di ciclismo, il cane può correre al fianco del padrone che rispetta il ritmo del suo compagno.