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Sito sulla razza Labrador

La salud


Fuerte como una roca

El labrador tiene una cosa a su favor: desprende salud por todos sus poros. A lo largo de su vida, siempre está bastante bien. Su robustez, sin embargo, depende del cuidado y la atención diaria de su dueño: siempre necesita un ojo vigilante para la atención. 
de su dueño: siempre tiene un ojo puesto en su perro para evitarle enfermedades. 

El poderoso y resistente labrador goza de buena salud. Sin embargo, esto no excluye la necesaria prevención que protege a los perros de las enfermedades más graves. Las vacunas y los controles forman parte de la profilaxis.
Desde el principio, debemos preocuparnos por la posible presencia de displasia coxo-femoral en el Labrador. Como la mayoría de las razas medianas y grandes, el labrador puede verse afectado por esta enfermedad. Es un defecto de enclavamiento de la cabeza femoral en la cadera. Esta imperfección en la estructuración de los huesos provoca una cojera más o menos grave.
Afortunadamente, el labrador, aunque no se libra de esta enfermedad, representa un porcentaje bastante bajo entre los perros afectados. Además, gracias a su robusta constitución, el labrador afectado por la displasia rara vez sufre minusvalías.

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Cribado de displasias

A pesar de este aspecto tranquilizador, hay que tomar medidas desde que el labrador es muy joven. A la hora de elegir, es mejor optar por un cachorro cuyos familiares hayan sido revisados.
Consiste en una radiografía de un labrador de al menos 12 meses. Hay que destacar que el screening de displasia es una condición necesaria en la selección operada por el Club del Retriever Italiano de cara a la aprobación de los títulos de campeón y el listado de reproductores.
Sólo se seleccionan los sujetos controlados que presentan un grado de displasia nulo o ligero, es decir, del estadio A (exento) al C (displasia ligera).
Nos gustaría señalar que una dieta específica, es decir, destinada al cachorro en pleno crecimiento, es una cura diaria que limita los esfuerzos del joven perro y evita la aparición de esta enfermedad o la corrige. El Labrador también está predispuesto a la displasia de codo, aunque es una enfermedad bastante rara.
A pesar de que los protocolos de despistaje aún no han sido delineados con precisión y, por lo tanto, se ponen poco en práctica, los profesionales estudian esta enfermedad con atención.

Retirar cuerpos extraños 

Un cuerpo extraño puede penetrar en el oído del perro y ser muy molesto. Por ello, se recomienda revisar los oídos de su perro cada vez que regrese de un paseo. Si, por ejemplo, notas una pequeña espina, debes quitarla con la ayuda de unas pinzas. Si tiene alguna duda o dificultad, lo mejor es que consulte a su veterinario.

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Vacunas sin olvidar las de refuerzo

Para evitar las enfermedades que atacan a los perros, no hay nada como la vacunación. El moquillo, la hepatitis viral, la leptospirosis, la piroplasmosis son enfermedades graves con consecuencias mortales. En general, el cachorro que elegimos está vacunado. Se le aplica inicialmente una primera inyección de la vacuna y luego una segunda, si tiene más de tres meses. Sin embargo, aún no está inmunizado contra la enfermedad. La vacunación es efectiva si incluye el refuerzo, programado cada año o cada dos años, según establezca el veterinario. La vacunación antirrábica es obligatoria cuando se lleva al perro al extranjero, pero también puede ser recomendada por el veterinario en otras circunstancias. Se recomienda que se ponga en contacto con él para cualquier actualización relativa a los requisitos de vacunación contra la rabia.